lunes, 30 de enero de 2012



Publicado por Pastoral La Salle Córdoba en 09:00 Etiquetas: Paz, Reflexiones

Hoy, 30 de enero, raro será el colegio que no recuerde el aniversario de la muerte de Gandhi, una de las grandes figuras de la lucha por la paz en el mundo y por la búsqueda de caminos que conduzcan al entendimiento. A buen seguro que nuestras aulas y pasillos se han llenado de rostros famosos, Gandhi incluido, así como de palomas blancas y de mensajes alusivos a la paz. Si todo, además, se ha hecho según los cánones, los educadores tendrán perfectas programaciones en las que este contenido transversal de educar en la paz tiñe todas y cada una de las áreas del currículo. Si me apuran, seguro que todos hemos empleado en alguna ocasión algún montaje o vídeo con música y mensaje alusivo a este tema.


Pero, ¿es eso en lo que consiste educar en la paz? ¿Somos de los que no paran de decir a los niños que no peleen, que se comporten, que no rompan cosas, que no contesten mal? Si profundizamos en la respuesta llegaremos a la conclusión de que el silencio para un educador es la paz, que la ausencia de conflictos en el aula es la paz, que la ausencia de peleas en el patio es la paz,... Y nada más lejos de la realidad. Es posible que esos logros de convivencia ayuden a fomentar la paz, pero limitarla a esos comportamientos es quitarle mucho de lo que es la paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario